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Tinder: engaños, prostitución y mentiras
Esta red social para encuentros casuales y conseguir pareja es usada por delincuentes informáticos para “seducir” víctimas.
(CABA) Tinder es una de las aplicaciones de mayor crecimiento en el mundo, porque apunta a las citas personales y amorosas, aunque no está exenta de riesgos. Con tan sólo un “like” recíproco a un perfil, abre un servicio de chat para que ambas personas empiecen a hablar y conocerse más en detalle.
En todo el mundo, los usuarios -divididos casi por igual entre hombres y mujeres de 18 a 24 años aproximadamente- deslizan sus dedos entre las fotos cerca de 500 millones de veces por día, si se suman todas las interacciones. La aplicación tiene geolocalización, que sirve para buscar solteros que estén entre 8 y 200 kilómetros a la redonda, y en un rango de edad definido por el interesado.
Si se desliza la foto a la izquierda de la pantalla se desecha al candidato, pero si lo mueve a la derecha, lo deja en espera hasta que el otro acepta, y ahí pasa a formar parte de sus contactos. Una vez que las dos personas se “gustan”, pueden abrir un chat de conversación para conocerse mejor y, quizá, combinar para una cita.
Esta aplicación pide registrarse con la cuenta de Facebook de la cual toma el nombre, la edad y las fotos de perfil. Además, se asocia con las galerías de imágenes que tenga el usuario y en su dispositivo, para seleccionar un máximo de seis fotos que quedarán como la representación.
De ahí en adelante todo es muy sencillo: simplemente el individuo evalúa quién le gusta y quién no. Mientras hace esto, alguien más hace lo mismo y sólo es cuestión de esperar a que la “magia de la conectividad” haga lo suyo y aparezcan las coincidencias para empezar con un chat.
Lo interesante en este caso es que, si bien la imagen está disponible para que la vean el resto de usuarios de la aplicación, sólo se pueden contactar las personas si existe alguna coincidencia entre ellas.
“Como cualquier aplicación en la cual existe una interacción basada en nuestra imagen, el cuidado que tengamos con el tipo de fotografías que publicamos se hace necesario: siempre recomendamos evitar compartir algo de lo que podamos arrepentirnos en un futuro. No hay que perder de vista que cualquiera podría descargar tus fotografías y utilizarlas para cometer algún tipo de engaño”, dijo Camilo Gutiérrez Amaya, especialista de la empresa de seguridad informática ESET.
“Dado el tipo de información que compartimos sobre nuestra ubicación, debemos ser bastante cuidadosos con el tipo de datos que revelamos a través de los chat. Internet permite una gran capacidad para el anonimato y, por más que veamos una serie de fotografías no podemos estar seguros de quien está del otro lado”, advirtió.
Contexto
Tinder es una nueva ratificación de cómo la web y las redes sociales modificaron la dinámica de las relaciones de pareja y amigos, incluyendo la manera en que se enamoran.
Las personas usan celulares para compartir información, fotos y estar en contacto. De esta manera, su vida sentimental tiene un componente digital importante.
Tinder fue cofundada en 2012 por Justin Mateen, quien este año aseguró en declaraciones periodísticas que en la Argentina tenía alrededor de 400 mil usuarios.
El peligro de encontrar el amor en Tinder
Los cibercriminales están al tanto de este cambio de conducta e interés. Y esta aplicación, como cualquier otra, no está libre de peligros.
Hace menos de un año, la empresa de seguridad informática Symantec comenzó a advertir sobre el spam de webcam para adultos en Tinder, así como también sobre el aumento de bots de spam una vez que la versión de Android fue liberada.
En las últimas semanas se observó una gran cantidad de campañas en las que se utilizan perfiles falsos para engañar a los usuarios del servicio.
Webcam para adultos
Este spam ofrece sesiones de webcam para adultos pidiendo a las personas que hagan clic en un link que los lleva a un sitio web.
Los “spammers” aumentaron sus esfuerzos ya que lograron modificar sus “scripts”, cambiaron a servicios de URL cortos (desde goo.gl a bit.ly) y se sumaron a diferentes sitios de webcams. Eventualmente estos bots estaban configurados para hacer que el usuario siguiera la conversación a Kik Messenger para cerrar el trato.
Aplicación móvil y descarga de juegos
Otra campaña de spam que observó Symantec en Tinder utiliza aplicaciones móviles, particularmente juegos.
Estos bots están diseñados para promover un entretenimiento llamado Castle Clash, mediante el cual se invita a la “víctima” con un mensaje que dice “juega un rato conmigo y podrás conseguir mi teléfono”.
Perfiles falsos de prostitución. Estos perfiles incluyen términos como “Girlfriend Experience” y el valor del servicio, de unos 100 dólares por hora.
Al incluir estas frases, el “spammer” puede evadir la detección de los filtros, ya que los usuarios pueden buscar algunas de las palabras en los perfiles. Históricamente, estas frases contenían mucha información, mientras que ahora cada una es más corta y directa.
Cada campaña comparte una amenaza importante, y todos los destinos, ya sea los sitios de webcam, juegos o de citas, ofrecen dinero a los spammers por los individuos conectados.
Por ejemplo, de enero a abril de 2014, una campaña asociada a un sitio llamado Blamcams.com resultó en casi medio millón de clics entre siete URL.
Fuente: Iprofesional
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