Funciona desde 1925 en Montserrat. Por los cambios en las tendencias de vestir y las crisis económicas, anunció el cierre definitivo.
Se afirman como el nuevo “sexo débil”. Es porque las mujeres abandonan lo doméstico para avanzar en el mundo laboral y en territorios ocupados por varones.
Las estadísticas muestran que no para de ganar adeptos, se consolida como la principal salida y vive su mejor año en tres décadas.