“La vida plena de los mayores inspira el Día Mundial de la Salud”

“Los proyectos personales y la actividad física así como una cultura que ponga el acento en una mirada positiva sobre la longevidad son claves para lograr un “envejecimiento activo”, lema que inspira este año el Día Mundial de la Salud, afirmó hoy el psicólogo, especialista en Tercera Edad, Ricardo Iacub.

“Que la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos recomiende esto es fruto de insistir durante mucho tiempo en que un adulto mayor en buen estado físico y mental tiene capacidad para hacer una vida plena”, dijo a Télam Iacub, titular de “Psicología de la vejez” en la Facultad de Psicología de Buenos Aires.

A escala mundial, en los próximos cinco años el número de personas mayores de 65 será superior al de niños menores de 5: una transformación social que se da por primera vez en la historia de la humanidad y que llevó a la OMS a plantear el tema del “envejecimiento activo” como centro del Día Mundial de la Salud, que se celebra mañana.

Iacub explicó que “la iniciativa de la OMS es poner en la agenda un tema principal del siglo como es el envejecimiento poblacional, que no nos es conocido ni manejable sino un desafío”.

En sintonía con esto, el Ministerio de Salud implementó una comisión que aportará estrategias para mejorar la calidad de vida de los adultos, en la que participa la coordinadora del Programa Envejecimiento Activo y Salud para Adultos Mayores, Claudia Jaroslavsky, entre otros funcionarios.

El lema “La buena salud a lo largo de la vida puede añadir vida a los años” guiará a la comisión que deberá elaborar soluciones para Argentina, uno de los países con más alta tasa de envejecimiento de Latinoamérica, cuya expectativa de vida es de 76 años.

Según el censo 2010, en los últimos años se registró un incremento en la proporción de adultos mayores registrados en Argentina, que suman 5.725.000 personas, lo que representa el 14%de la población.

Para Iacub, un tema clave para el envejecimiento saludable “es la actividad con todo lo que implica: no solo hacer cosas sino tener proyectos, una ilusión, el estar comprometido con la vida”.

“Desde los organismos de la salud se orienta a evitar el aislamiento que se da en ciertas vejeces o jubilaciones, promoviendo la actividad física que se liga a la salud mental”, afirmó el psicólogo.

Respecto a la actividad física, la campaña de hacer deporte en cualquier etapa de la vida, incluso a los 90 años, logró que Argentina tenga la mayor cantidad de corredores en esa categoría.

Respecto a la actividad mental, el país tiene “redes sociales de apoyo y una gran oferta de estudios a través del PAMI y de distintas universidades de todo el país que dan una opción muy positiva frente al deterioro cognitivo que tanto asusta a los mayores”, contó Iacub.

Así, “esta biología que antes podía jugarnos una mala pasada, hoy, a partir de estar activos, puede hasta superar problemas como la artritis o la artrosis”.

Iacub es partidario de “poner en juego la biología y un enfoque psicológico de cómo el hombre se compromete con una vida mejor”, junto con una sociedad que dé “posiblidades para los adultos mayores”.

“Uno de los hechos más interesantes es el cambio de la cultura del envejecimiento que, en vez de negativizarlo, lo positivice, en esta época en que tenemos un margen para que el conjunto de la sociedad se piense con más independencia que en el siglo 19, tan apegado al trabajo”, comentó.

Respecto a los resabios negativos que persisten en la cultura, Iacub opinó que sobre los adultos mayores “hay una violencia silenciosa porque no sabemos muy bien qué lugar les toca”.

“La gente no nota que hay discriminación sobre los adultos mayores, pero la hay cuando no tienen servicios de salud adecuados o cuando se los puede dejar en un geriátrico del cual no vuelva a salir”, advirtió.

Iacub consideró que “hay resabios de una cultura que denosta la capacidad del adulto mayor, que no parte de la premisa de que es capaz, salvo que se demuestre lo contrario”, afirmó.

“El discurso del Estado fue muy habilitador en el hecho de construir una nueva representación, un nuevo `sentido común` con los adultos mayores, que representan una mayoría lúcida”, celebró.

Contradictoriamente, esa negativizaciónón cultural alimentada sobre la base de “cremas antienvejecimiento” hace que “muchos no reconozcan las limitaciones que sí tienen, por ejemplo, ante una tarea doméstica” que ya no conviene que hagan.

Iacub propuso ejercer el derecho a ser “sujetos que eligimos nuestras opciones de vida más básicas, que podemos estudiar, enamorarnos, divertirnos, porque la vida no tiene etapas fijas sino que el humano puede decidirlas según sus propios proyectos”.

“En los `70, sin contar la comunidad judía que ya tenía centros para adultos mayores, no había centros de jubilados; hoy tenemos una cambio de valores con adultos mayores viajando con sus pares y estudiando en universidades: se trata de una revolución cultural al nivel de lo que significaron los logros de la mujeres”, definió.