Investigan a la Policía Federal tras una persecución seguida de muerte

Un hombre murió de un balazo en el tórax en el barrio porteño de Parque Chacabuco tras una persecución policial que comenzó cuando una vecina lo denunció por el robo de su cartera con su teléfono celular y su billetera, informaron hoy fuentes policiales.

El hecho ocurrió alrededor de las 9 en la intersección de las calles Riglos y República, una zona residencial y de pasajes, a metros de la Escuela Abraham Zinny, donde durante la tarde trabajaron peritos de la División Homicidios de la Policía Federal en busca de rastros, ya que la Justicia quiere establecer si existió algún tipo de abuso por parte de los efectivos de la Ciudad.

Según las fuentes, todo comenzó cuando una mujer de 62 años y vecina de la zona caminaba por la calle y un hombre la sorprendió para robarle, la tiró al piso, la arrastró y finalmente huyó con su cartera, en la que llevaba su teléfono celular, su billetera y toda su documentación.

De acuerdo al relato de testigos, el asaltante escapó a bordo de un auto marca Ford Fiesta que se hallaba en el lugar.

Tras la denuncia de la mujer, los efectivos de la comisaría vecinal 7B iniciaron una persecución con un patrullero, a la que se le sumó un cuatriciclo y otros móviles de comisarías de la zona, que finalizó pocas cuadras más adelante, en Riglos entre República y Fraternidad, detallaron las fuentes.

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Según los voceros, durante la persecución los policías dispararon, de acuerdo a un primer relato realizado por los efectivos, hacia los neumáticos del auto en el que escapaba el presunto asaltante.

El Fiesta finalmente chocó contra un auto particular Chevrolet Onix que se hallaba estacionado y cuando los policías se acercaron vieron que el conductor del vehículo ya estaba fallecido.

De inmediato se le dio intervención al juzgado nacional en lo Criminal y Correccional 20, a cargo de Hugo Decaría, y la fiscalía 47 del mismo fuero, cuyo titular es Marcelo Solimine, quienes estuvieron presente en las escena del crimen supervisando el trabajo realizado por los peritos.

Los investigadores determinaron que al menos 16 efectivos de la Policía de la Ciudad participaron, de alguna manera, en la persecución y en los posteriores peritajes que se realizaron apenas se consumó el hecho.

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Sin embargo, según fuentes judiciales, hubo seis policías que admitieron haber efectuado disparos con su arma reglamentaria calibre 9 milímetros.

Como en el hecho participaron efectivos de la Policía de la Ciudad, el fiscal dispuso que los peritajes fueran realizados por la Policía Federal, ya que quiere establecer si existió algún tipo de abuso de los efectivos que participaron de la persecución, a quienes se les secuestraron sus pistolas reglamentarias.

Es que en principio no fue hallada ningún arma en poder del hombre fallecido, dijeron fuentes policiales.

Los investigadores establecieron, de acuerdo a un primer informe de los médicos forenses que trabajaron en el lugar, que la víctima presentaba un orificio de bala en el tórax que le provocó la muerte de manera inmediata.

Además, los pesquisas dijeron que la vecina que sufrió el robo de sus pertenencias reconoció por la fisonomía al hombre fallecido como quien la asaltó y arrastró por la calle.

En principio, los investigadores dijeron que en base a los antecedentes se pudo establecer que el hombre fallecido tiene causas por robos contra la propiedad.