Gustavo Rovira, el artista que emocionó al Papa Francisco

(CABA) Gustavo Rovira es un artista plástico contemporáneo de nivel internacional que, desde hace un tiempo, se había puesto a trabajar en la realización de una obra pictórica de su santidad Francisco, en un homenaje en reconocimiento a su labor social y religiosa.

En mayo de 2014, tras casi un año de trabajo, pudo emprender viaje al Vaticano, por sus propios medios, para compartir su imponente mural en tamaño real con su protagonista sin siquiera imaginar como éste reaccionaría.

“No paró de llorar, me miró a los ojos y nos emocionamos. Karcher (el jefe de protocolo del Vaticano, monseñor Guillermo) miraba todos mis movimientos, un humilde total, me dijo ‘tutéame’. Era uno más entre todo ese mar de gente”, contó feliz a su vuelta Rovira. El Papa –quien estrechó su mano- no sólo reconoció la obra, sino que la bendijo, emocionando a todas las personas presentes.

“Hasta las personas de seguridad se emocionaban con mi obra. Todavía no puedo creerlo”, continuó el artista. “La experiencia fue maravillosa. El santo padre se mostró agradecido por semejante acto de afecto”.

La obra que emocionó a Francisco fue donada al convento de San Francisco, ubicado Defensa y Alsina, Capital Federal.