Buenos Aires, 19/04/2024, edición Nº 4174
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Durante 2014 hubo subas de hasta un 60% en los alimentos básicos

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En 6 cadenas de las principales cadenas de supermercados, la suba promedio es de 39%.

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(CABA) Fin de año es tiempo de balances. Y en el que se refiere al bolsillo, los argentinos no tendrán muchos motivos para brindar. Porque la inflación del 2014, según los cálculos no oficiales, cerrará en el nivel más alto de los últimos 12 años: cerca del 40%. Pero en varios alimentos básicos sensibles, como carnes, lácteos y cereales, hubo subas de hasta el 60%. Y las familias, con sus sueldos desgastados, debieron ajustarse para que el dinero alcance.

En esto coinciden datos del gobierno porteño, cámaras sectoriales, entidades de consumidores y lo relevado cada mes por Clarín, cuya canasta de 50 productos masivos cerró el año casi 39% más cara que a fines de 2013 en las seis principales cadenas de supermercados de la ciudad de Buenos Aires.

Entre todos los aumentos, el de mayor impacto en los hogares fue el de la carne vacuna, que se disparó un 50% promedio en los últimos 12 meses, según admitieron en la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de Argentina (Ciccra). Aunque en cortes populares como asado, carnaza, nalga, paleta o cuadrada se registraron avances incluso mayores, de hasta el 56%.

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Los precios venían muy atrasados por controles oficiales y este año debieron corregirse. Además, las inundaciones en la Provincia de Buenos Aires demoraron el engorde de los animales y eso hizo faltar hacienda”, justificó Miguel Schiaritti, el titular de la entidad. “Si las subas no fueron peores -añadió-, fue por la pérdida de poder adquisitivo del salario, que frente a la carne vacuna fue del 11,3%.

En otro rubro esencial, los lácteos, las subas también superaron el promedio general. Rondaron el 46% en productos como leche, queso, yogur y manteca. Un queso cremoso de marca líder, por ejemplo, pasó de $ 76 el kilo a $ 111. Un pote de leche entera se fue de $ 11,09 a $ 16,09. El sachet de yogur bebible saltó de $ 11,16 a $ 16,41, y los 400 gramos de leche en polvo, antes a $ 28,07, ahora salen $ 41,42.

Los incrementos fueron también muy marcados en productos de almacén de primera necesidad. Según los últimos datos del gobierno porteño, la bolsa de lentejas salía $ 8,45 hace un año y hoy cuesta $ 18,63 (un 120% más). Las subas también rondaron el 58% en aceite de girasol, 57% en galletitas, 55% en arroz y 52% en yerba, donde el kilo se fue de $ 28,50 en promedio a más de $ 43. Mientras que en azúcar banca, harina de maíz, fideos secos y panes de molde los valores treparon 44%.

Y entre los vegetales algunos precios llegaron a duplicarse, en especial por el envión de las semanas previas a la Navidad. Así, el tomate redondo hoy se vende en los súper a $ 29 el kilo -frente a los $ 13 de hace un año-. La cebolla está 90% más cara y hay grandes diferencias en zapallo (58%) y manzana (46%). Consumidores Libres, a su vez, relevó que la acelga subió un 84% y la naranja un 61% desde los últimos días de 2013.

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Eso sí, este año parece haber habido tregua con la harina (aunque no en gran parte de sus derivados), en el pan artesanal (no el de molde) y en los huevos, que subieron algo menos que la inflación. También fue el caso de varios productos incluidos en el acuerdo de “Precios Cuidados”, que tienen un alcance limitado por no llegar a muchos almacenes y autoservicios barriales.

En este escenario, un “changuito” con 50 alimentos, bebidas y básicos de limpieza y cuidado personal pasó en un año de $ 806,65 a $ 1.117,52 en los principales súper: aumentó 38,5%, según relevó Clarín. En la misma línea, con datos actualizados a noviembre, el gobierno porteño calculó que la inflación en alimentos y bebidas fue del 37,3% en promedio, algo por debajo del nivel general de 39,1%. Todo un problema frente a sueldos que este año, para trabajadores registrados, sólo se ajustaron 33%.

Sin magia posible, lo que siguió fue un fuerte ajuste en las compras. Según Ciccra, en 2014 cada persona comió 3,8 kilos menos de carne vacuna. Eso, en parte, llevó a un leve crecimiento en el consumo de cerdo -que se encareció 43%- y de pescado -46%-. Aunque el mayor reemplazo se hizo hacia el pollo, que “sólo” se remarcó 34% y llegó a un récord de consumo de casi 46 kilos anuales por habitante.

En los súper y negocios afines, mientras, 7 de cada 10 productos envasados perdieron compradores, informó Kantar Worldpanel. El mayor recorte -detallaron- estuvo en lácteos, productos de cuidado personal e infusiones. Especialmente, en todos los que no fueran de primera necesidad. Según prevé esa consultora, este año el consumo masivo cerrará con una baja del 2 al 3%, la primera y la más grande de la última década.

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Fuente: Clarín

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