Varela: en la milonga “se arma un barrio de complicidades”

“Muero de amor cuando me presento al aire libre y más en La Boca, tan cerca de Avellaneda, donde nací. Recibo una respuesta tan afectiva de la gente que es como si se armara una suerte de autoconvocatoria popular, un barrio de complicidades”, afirmó la vocalista en charla con Télam.La intérprete cerrará mañana a las 18.30 el ciclo Milongas en La Vuelta de Rocha junto a los bailarines Max Van De Voorde y Solange Acosta, los campeones mundiales de Tango Escenario 2011, en un espectáculo con entrada libre y gratuita organizado por el gobierno porteño.”No se domestica al tango, no puede entrar, no encaja en el mercado, aunque le pese a los viejos tangueros e influya en cuánto se cobra, porque al ser una experiencia popular pero no masiva, porque no se puede aprisionar de ninguna forma “, celebra Varela, quien mañana cantará por primera vez ?Al Olor del hogar?, un tema de la Bersuit Vergarabat.

En el mismo sentido consideró que “el rock, salvo algunas excepciones perdió la esencia indomable, para mí fue duro, me quedé huérfana y por eso me acerqué al tango que puede preservarse gracias a que los medios no tienen ni idea de lo que sucede con el género”. Para la vocalista, algunos creadores no admiten encasillamientos, y “su alta poesía permanece siempre como la del Flaco Spinetta, no creo en la muerte y menos en la de Luis, no hay despedidas en este caso porque él ya se trascendió a sí mismo”.

“Crecí escuchando a Los Beatles y a Spinetta, a quien conocí a través de mi amigo del alma Pototo (cuyo sobrenombre bautizó el primer simple de Almendra)”, se emociona Varela mientras recuerda los “asaditos compartidos muy de canuto” con el músico que falleció el 8 de febrero.

“El viernes 10 de febrero, mientras daba un recital ante casi 60.000 almas, en la Fiesta Nacional de la Manzana en General Roca, estaba tan conmocionada por la muerte del Flaco que se me escapó algo horrible como “se están yendo los mejores”, reconoce la artista y “lo arreglé diciendo que por eso los quieren arriba”.

Para mañana, Varela promete “abordar un repertorio de canciones urbanas que hace tiempo que no frecuento”, fiel a su idea que “la vanguardia está en la esencia y no en la apariencia, por eso aggiornarse no es vivir para Internet, sino acercarse a la esencia”.

Las actuales poéticas del tango entusiasman a la cancionista y subraya “el tango explota en todas partes y muchas veces con letras muy pulentas, claro que si hablamos simbólicamente no es fácil escribir al lado del shopping, hoy falta la bohemia energética de las décadas del 20, 30 o 40 cuando la inspiración copaba el aire”.

En relación al proceso creativo, Adriana enfatiza si “pretendés ser Homero Manzi, el Polaco Goyeneche o Carlos Gardel vas mal, es preferible curtirla por el lado humilde y esencial, el ego te trampea cuando querés fracturar algo, después de (Astor) Piazzolla, ¿Quién puede hacer una fractura con su obra?”.

Aunque Varela considera que “todavía hay muchas cosas interesantes para contar, y si se piensa en colectivo al pasar la posta compartiendo cultura e identidad nos enriquecemos”, afirma la madrina artística del joven cuarteto uruguayo “Ricacosa”.

Algunas presentaciones en Uruguay y un ciclo de conciertos intimistas en el porteño Espacio Samsung previstos para abril o mayo son algunos sus proyectos de la artista capaz de reivindicar “siempre lo más marginal, lo más orillero, lo que está oculto debajo de la alfombra es lo que más me interesa”.