Narcoinmobiliarias obligan a vender droga a sus inquilinos

Alquilan habitaciones a 1500 pesos por mes y en ocasiones suelen obligar a los inquilinos a vender drogas con la amenaza de echarlos.

(CABA) Un albañil maneja la cuchara con absoluta maestría, haciendo un revoque en una pared exterior. Apoyado en una estructura endeble, trabaja peligrosamente a unos 10 metros de altura, terminando un cuarto piso con flamantes piezas para alquilar, en una construcción sobre la avenida Iriarte, que cruza la Villa Zabaleta, en Capital Federal. La secuencia se observó hace días, en el marco de un negocio “narco” cada vez más rentable, que copa con violencia las viviendas de esos barrios, construyendo habitaciones que ya se cotizan a un promedio de 1.500 pesos mensuales.

Desde la Asociación Antidrogas de la República Argentina, su titular Claudio Izaguirre comentó que “el boom inmobiliario en las villas porteñas está directamente relacionado al control de los mercaderes de las drogas en estos espacios, que necesitan invertir dinero en negocios rentables y que pasen desapercibidos por las agencias de control tributario“.

“Se alquila pieza. Mensual 1.500 pesos. Semana 500“. El cartel se lee en la villa 31 de Retiro, donde el fenómeno de la construcción para alquilar piezas tampoco se detiene.

“No me quedó otra que alquilar acá. Trabajo en Palermo limpiando en una farmacia. Yo vivía en Quilmes. No podía con los chicos por falta de tiempo. Y me vine acá porque estoy cerca del trabajo y tengo escuela para los nenes. Así me organicé mejor“, contó Sonia, madre de dos hijos. A unos doscientos metros de la entrada principal, ella paga 1.200 pesos por una habitación grande, con baño y espacio para las camas, en un segundo piso.

De acuerdo a lo indicado por Izaguirre, “los narcos que invierten en propiedades no sólo están haciendo mucho dinero construyendo habitaciones, sino también locales comerciales, y la realidad es que logran copar los terrenos o edificaciones por medio de su poder económico pero también con violencia“.

“Acá se aplica la máxima de Pablo Escobar Gaviría, quien decía que las únicas opciones eran plata o plomo. Los antiguos propietarios que reciben una oferta por su propiedad no pueden negarse. Y en caso de hacerlo, están en riesgo. Es fácil detectar a los capos inmobiliarios porque se mueven en autos de alta gama y hasta viven dentro de las villas, porque no pueden declarar absolutamente nada“, dijo Izaguirre.

Pero este fenómeno no es nuevo. Ya en 2010, una mujer denunció a una organización narco que comenzó a invertir en “ladrillos” en la villa 1-11-14. Se trata de Norma, madre de dos chicos de 12 y 9 años, que necesitaba espacio en ese lugar porque requería atender a uno de los nenes en el Hospital Garrahan por una discapacidad.

Acerca del tema, Javier Miglino, de la organización Defendamos Buenos Aires, explicó que “hay innumerable cantidad de familias que son expulsadas de las villas porque les subieron los alquileres de manera abrupta o porque los obligaron a vender“.

Y precisó que “esta realidad ocurre en todas las villas de la ciudad, que van siendo copadas por las inmobiliarias de los narcos, sumando poder y control territorial”

Fuente consultada: diariopopular