Vanucci: “No por ser madre voy a dejar de ser una bomba sexy”

(CABA) A los 31 años, y madre de dos hijos, Victoria Vanucci se asume como una mujer que busca derribar los prejuicios y no teme divertirse al desnudarse, ya sea en cuerpo o en alma.

“No por ser madre voy a dejar de ser una bomba sexy o taparme. Yo estoy orgullosa de mi pasado. Trabajo de vender mi sexualidad“, asegura, desenfadada, la mujer de Matías Garfunkel a Caras.

A cuatro meses de haber tenido por cesárea a su segundo hijo, Jorge Napoleón, Vanucci coquetea con la provocación, y adelanta que lanzará una exclusiva línea de lencería erótica cuya tienda abrirá sus puertas en abril de 2015, que estará ubicada sobre la porteña Avenida Alvear.

“Por ahí pensaban que me había estancado en la vida millonaria, pero no, estaba trabajando en mi sueño y buscando plasmarlo para mostrar lo que realmente soy. Durante cuatro años aprendí diseño y me tomé el tiempo para elegir la mejor cuadra de todo Buenos Aires para mi maison”, afirma.

Por otro lado, Victoria se define en contra del tan en boga “colecho”. “Los hijos generan un impacto en la vida de pareja, pero depende cómo lo trates. No permitimos que los chicos duerman con nosotros. Pueden venir a jugar un ratito antes de hacer la siestita, pero cada uno tiene su habitación. El lugar del padre y la madre, es del padre y la madre. Tratamos de tener eso muy claro porque es la base de la pareja. Si lo permitimos, le restamos a nuestra intimidad y al fuego que hay entre nosotros, de lo que todo nace. Porque una pareja feliz hace a una familia feliz e hijos felices. Con Matías respetamos nuestros momentos. Puedo estar muy cansada, con mucho trabajo, pero esos encuentros son los que hacen que sigamos vibrando juntos”, analiza.

“Yo tengo el erotismo en las venas, es un fuego interno que nunca se apaga, no importa el momento que transite. Mi llama interior es el erotismo, que me excita y me mantiene viva. Está presente en cada cosa que hago, ya sea en una mirada, mi vestuario o en la actitud. No me costó volver al carril de la intimidad y la sexualidad porque nunca me fui de él. Me siento una mujer con el erotismo a flor de piel. Nada lo frena y tampoco quiero frenarlo. Es más, cada vez quiero explorarlo e investigarlo más y sacarlo a la luz ya sea con proyectos personajes o como ocurra”, agrega.

Entusiasmada con su nuevo rol de empresaria, Vanucci señala que “mi marca le va a permitir a las mujeres jugar, sentirse diosas y vivir el erotismo. Tener un lugar donde sentirse libres y llevarse algo lindo y de calidad. Ofrezco no sólo el erotismo, la diversión y el poder cumplir las fantasías, sino la calidad de una boutique exclusiva. La marca se llama Victoria Vannucci y representa lo que soy“.

“Soy fanática de la lencería porque es lo que nos cubre lo más lindo que tenemos: nuestras partes íntimas. Hay que saber cómo cubrirlas. Tiene que ser como el maquillaje cuando salís a la calle; una carta de presentación de tus partes más preciadas, donde uno recibe el placer. Por eso hay que tratarla con el respeto que se merece y yo voy a dárselo. A mí la lencería me sirvió y me sirve para la intimidad, para algún momento de reconciliación y para todo. ¡Vamos a liberar los ratones y ser eróticas! No hay que tener miedo de pronunciar las fantasias, ni de sentirse una prostituta si lo hacés con la persona que amás. Está bueno sentirse deseada; hay que ser felices… Todos llevamos algo de locura interior”, concluye.