Los delitos que se les imputan son violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y encubrimiento.
Se investiga la salud de unos 160 trabajadores; deben determinar si están afectados por asbesto.
Los adquirió la Ciudad en 2011 por más de cuatro millones de euros y este año se comprobó que tienen un material cancerígeno.
Las primeras revisiones hechas por la empresa Metrovías arrojaron resultados negativos y el Metro de Madrid asegura que los coches no contienen asbesto.
Así lo anunció la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro. Será hasta el cierre, en todas las líneas.
Se trata de los coches CAF 5000, comprados al Metro de Madrid en 2011. Según informaron desde Sbase, esto no afectaría la frecuencia del servicio.