Los errores más comunes al hacer actividad física

(CABA) Cuando salimos a correr hay muchas malas costumbres que inciden en los resultados del entrenamiento. Verificá si estás haciendo todo como mandan las leyes deportivas, y si no, preparate para el cambio.

-Beber poco líquido.
Es esencial mantener el organismo hidratado siempre, pero más aún cuando se realiza ejercicio. Por eso, hay que beber líquido antes, durante y después de la actividad física; en especial en los días de mucho calor y/o humedad ambiente. La profesora del Running Team La Deportista Cecilia Urteaga explica que “durante la actividad eliminamos minerales por medio de la transpiración y allí comienza el proceso de deshidratación. En actividades de más de una hora de duración buscaremos bebidas isotónicas, para que los las células de nuestros músculos actúen en equilibrio y a medida que se pierden iones y nutrientes durante la actividad se vayan recuperando mediante las bebidas deportivas”. Y asegura que “el estar bien hidratados contribuirá a una rápida recuperación del atleta para estar listo para la próxima sesión de entrenamiento”.

-Alimentarse en forma desequilibrada y/o escasa.
La alimentación debe ser variada, completa y proporcionar todos los nutrientes y las calorías que el cuerpo necesita a la hora de ejercitarse. Hay que evitar probar dietas de moda las cuales pueden perjudicar sobremanera la salud.

-Usar indumentaria y calzado inadecuados.
La vestimenta debe ser la adecuada en cuanto al tipo de tela para que permita absorber la transpiración y cómoda para facilitar el movimiento, además de “que no tenga costuras demasiado sobresalientes, porque hay que evitar el roce, sobre todo en las carreras largas”, explica Urteaga. Y asegura que hay que poner especial atención al calzado: “buscaremos que sean zapatillas adecuadas a cada corredor, que sean amortiguadas, flexibles, que tengan un contrafuerte rígido que sostenga bien los talones y den estabilidad”. Las zapatillas, en especial si se sale a caminar o a trotar, deben ser capaces de absorber el impacto para evitar el riesgo de lesiones.

-No hacer estiramiento o elongación.
Es de absoluta importancia estirar antes y después de cualquier actividad física o deporte para prevenir lesiones, especialmente de los músculos que se van a trabajar.

-No variar los ejercicios y/o su intensidad.
El cuerpo se acostumbra a un entrenamiento determinado, es necesario cada tanto variar el tipo de ejercicios y/o la intensidad de los mismos para poder ver el progreso. “Cuando entrenamos dando siempre la misma vueltita, al mismo ritmo, en el mismo lugar, al mismo horario, el cuerpo se “acostumbra” a este estímulo y deja de ser un estímulo. Además de resultar aburrido a nivel fisiológico, no produce cambios significativos”, explica la profesora de La Deportista.

-Empezar en primavera con el único objetivo de llegar bien al verano.
Querer lograr en tres meses lo que no se hizo durante todo el año es creer en milagros. El autocuidado responsable rige para los 365 días del año, para poder mantenerse sano y ágil; el consejo es empezar a pensar en el cuidado diario de la propia salud.