El barrio de Floresta, genealogía de 159 años de historia

(CABA) Según el historiador Arnaldo Cunietti Ferrando “Si en los siglos XVI y XVII se salía del mísero poblado de ranchos de barro y paja que pomposamente se denominaba Ciudad de la Trinidad y Puerto Santa María de Buenos Aires, rumbo al Oeste, el viajero encontraba una larga franja de terreno cuasi despoblado que se había dejado sin repartir por el fundador para la futura expansión de la ciudad: era el ejido, común a todas las poblaciones españolas de América. Esta zona, así denominada, afectaba en una forma rectangular, y mientras al Sur y Norte de la ciudad eran sus límites, aproximadamente, las actuales calles Arenales y San Juan respectivamente, hacia el Oeste, luego de atravesar “el corral de las vacas”, donde se apacentaban los ganados públicos, finalizaba a una legua la Plaza Mayor, a inmediaciones de la avenida La Plata.

Desde allí hasta Floresta se entraba en una zona de montes y animales salvajes: nacía el pago de La Matanza.

El límite Oeste de esta mensura, donde estaba situada la chacra de Alvaro de Mercado, era la denominada Isla del Pozo, que es el nombre más antiguo registrado para las tierras al Oeste del actual San José de Flores, apareciendo en mercedes que datan del gobierno del adelantado Torres de Vera y Aragón de 1588.

La denominación “Isla” se utilizaba entonces para señalar las formas de tipo boscoso. Así, nuestra Isla del Pozo era una arboleda, muy visible desde lejos, hacia al Oeste del actual cementerio de Flores, en la zona sur de Floresta”.

Esta es la referencia más remota sobre el barrio de Floresta y sus inmediaciones, que se remonta a 400 años atrás, apenas un siglo después de la llegada de Cristobal Colón a América.

EL PRIMER TREN

El tren es el punto inicial del barrio de Floresta, ya que el primer ferrocarril de Argentina, en su primer trazado, extendió sus vías hasta Floresta.

La instalación se concluyó en abril de 1857. Se realizaron viajes experimentales -algunos, accidentados- desde la estación Parque, ubicada en donde actualmente se encuentra el Teatro Colón.

Después de la inspección de las obras, ordenada por el gobierno, el sábado 29 de agosto de 1857 a las 13 horas se realizó el primer viaje oficial. Hubo una fiesta de inauguración, a la que concurrieron 60 mil personas; entre ellas, el Cacique Colenau “con su salvaje comitiva”, según la crónica del diario “El Nacional”.

El primer tren tuvo viajeros ilustres: Alsina, Sarmiento y Mitre. O sea, las más altas personalidades de la vida política del país, quienes por primera vez llegaron hasta Floresta en tren.

El viaje entre la estación Parque y Floresta, que en carreta consumía seis horas, y en galera dos, desde entonces podía hacerse en 30 minutos gracias al ferrocarril.

LA ESTACIÓN

La estación de Floresta se inauguró con el ferrocarril del Oeste, en 1857. Estaba compuesta por un gigantesco galpón, una plataforma para el ascenso y descenso de pasajeros, y el quiosco. Con respecto al túnel de la estación, el Gobierno de la Ciudad resolvió construirlo en 1905.

El quiosco estaba ubicado al norte de la estación, sobre el actual pasaje Chilecito, entre Bahía Blanca y Joaquín V. González. Su propietario era el señor Soldati, quien -según el periódico de la época “Los Debates”- construyó el quiosco, que también funcionaba como café, al comprobar que el tren llegaría allí.

El local de Floresta fue escenario de importantes acontecimientos de la vida política argentina. Allí, porteños y bonaerenses negociaron la firma del Pacto de Unión Nacional, concretado en el vecino barrio de San José de Flores el 11 de noviembre de 1859.

La electrificación del tren y su llegada a Moreno, desde el 1° de mayo de 1923, modificó sustancialmente la estructura de la estación. La primitiva construcción fue demolida en 1973, y reemplazada por el actual edificio.

La estación tuvo tres nombres: el primero fue “La Floresta”. Pero el 10 de agosto de 1888 cambió por el de “Vélez Sarfield”, y así se llamó hasta 1944. De ahí que la plaza, el club, el hospital, la sub-intendencia y el mercado, llevaron el nombre de Dalmacio Vélez Sarfield. Dede el 10 de febrero de 1944, la estación se llama “Floresta”.

por Enrique Ricagno y Claudio Serrentino

La Bocina.

S.C.