Para acercar a los chicos a la literatura, lanzan una app de cuentos leídos por actores

(CABA) Un espacio donde viven los cuentos. De eso se trata “Foquito“, la aplicación audiovisual gratuita en la que no hay juegos, videos graciosos ni concursos de preguntas y respuestas, pero sí universos variados para que los más pequeños de la familia puedan disfrutar. Incorporando las herramientas digitales, corriéndose de la postura de únicamente renegar de ellas, la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai) lanzó la primera aplicación gratuita de cuentos infantiles animados leídos por actores y actrices argentinos.

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De corta duración y de estética sencilla a la vez que dinámica, cada uno de los relatos infantiles retoma el antiguo hábito de contar un cuento, sumándole a la siempre placentera narración oral recursos animados y actorales, del que los chicos también forman parte. “Queremos acercar a los chicos a la literatura infantil desde las herramientas digitales de la que se valen cotidianamente”, le explicó a Página12 Tomás Fonzi, uno de los tantos actores y actrices que le pusieron voz y cuerpo a cada uno de los cuentos de autores argentinos que forman parte de “Foquito”.

11 cuentos, 11 actores, 11 animaciones y 11 chicos. Esa es la fórmula con la que en esta primera etapa “Foquito” buscará acaparar la atención de las chicas y chicos ya de por sí atrapados por esas pantallitas que -parece- llegaron para quedarse. En la era del audiovisual digitando buena parte de la vida social, cultural y mediática, la idea de desarrollar una aplicación en la que la literatura se escuche pero también se vea parece oportuna. El cruce de cuentos breves de autores nacionales, narrados por actrices y actores argentinos que los comentan con niños, mientras la animación acompaña el relato, encuentra en la app una interesante manera de vincular la tecnología y la literatura infantil, mundos que no siempre parecen ir de la mano.

El catálogo de actores, cuentos y autores para esta etapa lanzamiento de “Foquito” está conformada por Leonardo Sbaraglia leyendo “Vida de perros”, de Isol; Tomás Fonzi con “La decisión de Teodoro”, de Irene Singer; Emilia Attias y “Hay días”, de María Wernicke; Ana María Orozco narra “El insólito ascenso de Madame Pol”, de Nicolás Arispe; Rafael Spregelburd le pone voz a “Petit, el monstruo, de Isol”; Julieta Otero con “Cu Canguro”, de Gabriela Keselman y Nora Hilb; Andrea Pietra le pone intensidad a “Ramón, el optimista”, de Lepe Rosental e Irene Sexer; Eugenia Tobal hace lo propio con “Los monstruos ya no asustan”, de Javier Peña; Benjamín Rojas relata “Doña Pocha va de compras”, de Pablo Zweig; Violeta Urtizberea cuenta Regalo sorpresa”, de Isol; y Julieta Ortega narra “Un año con Amanda”, de su propia autoría.

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“Nuestra mayor ambición es que los chicos puedan descubrir historias, personajes, sagas y autores que los estimulen en la lectura pero también en su propia creatividad”, explica Fonzi, que intercala su trabajo actoral con su rol como vocal suplente en la comisión directiva de Sagai. “Buscamos entretener a los más chicos pero también llevarle a los padres la tranquilidad de saber que en la aplicación sus hijos e hijas encontrarán un entorno de oferta cultural segura, con un contenido que tiene el lenguaje propio de ellos y en los dispositivos a los que tienen acceso”, agrega. “Foquito” está accesible para ser descargada tanto por sistemas Android como IOS. Además, los cuentos estarán subidos a su propio canal de YouTube.

Pensada para que los chicos puedan acceder a los relatos en cualquier momento y lugar, Foquito permite descargar cada uno de los cuentos audiovisuales y animados para poder verlos sin estar conectados a internet. Una función gratuita ideal para viajes, que busca minimizar las tensiones que parecen signar al vínculo entre los libros y la tecnología en los más pequeños. “Ojalá `Foquito`-se entusiasma Fonzi- sea el medio para acercar lo mejor de ambos mundos, con un sentido reflexivo y educativo, sin perder el entretenimiento que los chicos buscan cuando acceden a los dispositivos móviles. No hay que demonizar a las pantallas ni tampoco negarlas: los cuentos animados pueden ser el vehículo para que los chicos sigan disfrutando de la lectura”. NR

Fuente consultada: Página12