El Gobierno promete una inversión millonaria para la red metropolitana de trenes

(CABA) Renovación de vías y de la flota de trenes. Frenado automático en las formaciones de todas las líneas y electrificación de los ramales diésel. Ni una barrera en toda la ciudad de Buenos Aires, la Red de Expresos Regionales (RER) y el soterramiento del ferrocarril Sarmiento.

Con estas obras como las más emblemáticas, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, prometió ayer un ambicioso plan de inversiones para la red metropolitana de trenes de USD 14.000 millones a ejecutarse hasta el 2023. “Vamos hacia una mirada integral, no sirve poner parches”, aseguró Dietrich, que encabezó la presentación junto al presidente de Trenes Argentinos, Marcelo Orfila; el secretario de Planificación de Transporte, Germán Bussi; y la secretaria de Obras de Transporte, Manuela López Menéndez.

El proyecto, que ya se puso en marcha en algunas obras y que será financiado con deuda, erogaciones del tesoro y créditos externos, impactará en las siete líneas metropolitanas de trenes -Mitre, Sarmiento, Roca, San Martín, Belgrano Norte y Sur y Urquiza- y en 1,4 millones de pasajeros diarios. Según el anuncio, la espera entre un tren y otro será hacia el 2023 de entre 3 y 5 minutos en gran parte de la red. Hoy es de entre 10 y 15 minutos según las líneas. La capacidad de transporte de pasajeros, de acuerdo al plan, se ampliaría a 4 millones.

Según lo anunciado, para el 2019 las siete líneas tendrán el sistema de frenado automático instalado, que hubiera evitado, por ejemplo, un accidente como el de Once, que causó la muerte de 52 personas y cientos de heridos. Además, se renovarán todas las vías y el cien por cien del material rodante, con 2.798 coches nuevos, y mejoras en el señalamiento, las estaciones y los sistemas eléctricos. El proyecto contempla un desembolso de 3.244 millones de dólares para la construcción del RER -una estación de trasbordo- bajo la 9 de Julio, y de 3.000 millones de dólares para el postergado soterramiento del Sarmiento.

“Lo que se hizo durante la gestión anterior, se hizo solo en los últimos cuatro años“, criticó Dietrich, que presentó un panorama de la herencia recibida: 57 por ciento de las vías en estado regular y malo, 43 por ciento del señalamiento obsoleto, estaciones en pésimo estado y el 36 por ciento del material rodante con un promedio de antigüedad de 30 años. NT