Fernando Pereiras tenía 35 años y había sido atacado por el tío de unos de los chicos cuando intentaba frenar una pelea durante un amistoso.
Tenía 24 años y cumplía tareas de mantenimiento en la línea H; había sido campeón con la selección argentina y jugaba en Boca.
Este año los argentinos obtuvieron su primer título mundial en la disciplina, en Colombia.