El arte de hacer educación ambiental

Desde el Programa Escuelas Verdes, junto con las muralistas Ana Kondakjian y Carolina Goijman, se llevó adelante el acompañamiento de murales ambientales autogestivos en escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. Esta propuesta busca, a través del arte y la reutilización creativa, despertar el interés de los y las estudiantes sobre el consumo responsable y el cuidado ambiental. Su desarrollo fue posible gracias a la articulación con el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana.

Previo a la construcción de cada mural, se realizó una capacitación docente en la que los docentes aprendieron técnicas para su elaboración y sobre la reutilización creativa de materiales de descarte. Las escuelas postularon sus proyectos para recibir dicho seguimiento de parte de las muralistas, y a través del asesoramiento y visitas a cada una de las escuelas, se pudo brindar herramientas para la autogestión y ejecución de las propuestas creativas. En algunos casos, recibieron colaboración de parte de las familias o de otras escuelas cercanas.

Durante el acompañamiento, en cada una de las escuelas, estudiantes y docentes separaron materiales de descarte como tapitas, CD´s, corchos, entre otros y los clasificaron por color. Luego diseñaron el boceto del mural inspirados en alguna temática en particular. Algunas escuelas se inspiraron en la huerta y otras, por ejemplo, en la propia escuela. La última etapa de este proceso consistió en la colocación de los materiales con la técnica de muralismo, para luego pintar la superficie.

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Estas actividades se desarrollaron entre los meses de septiembre y octubre de las cuales participaron 1183 estudiantes y 141 docentes de 15 escuelas de la Ciudad de Buenos Aires.

María Inés Palermo, docente del Jardín de Infantes Integral N° 07/20°, contó su experiencia en la construcción del mural «Jardincito de Chicago, Karina Rainone»: «Realizar este mural significó un gran desafío en todos los sentidos, desde ver en qué pared lo haríamos, hasta qué era lo que queríamos plasmar y si podríamos juntar los materiales necesarios. En esto el acompañamiento de las capacitadoras fue fundamental».  

Experiencias como éstas, incentivan a que toda la comunidad educativa se involucre y reflexione sobre la problemática de la generación de residuos en su escuela, barrio y hogar.