Denuncia de Esmeralda Mitre: pueden demandar a toda la comisión directiva de la DAIA por encubrimiento

(CABA) El escándalo en la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) explotó el sábado, cuando la entidad emitió un comunicado en el que confirmó el pedido de renuncia a su presidente, Ariel Cohen Sabban. La causa fue la denuncia de Esmeralda Mitre, quien acusó al dirigente de la comunidad judía de haberla acosado sexualmente y de extorsionarla económicamente. Pero el terremoto político no terminó allí. Según trascendió en las últimas horas, toda la comisión directiva puede ser demandada por encubrimiento.

Resulta que las bases del brazo político que representa a las instituciones judías de todo el país debaten pedirle la renuncia a toda la conducción política de la DAIA que sucedió a Cohen Sabban tras su renuncia. El enojo no es sólo por la denuncia de Mitre, sino por el manejo del caso, “por la demora en reaccionar y la sospecha de cierta actitud de encubrimiento”, informó Clarín.

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Tras la renuncia de Cohen Sabban lo sucedió su vice, Alberto Indij, quien como toda la dirigencia de DAIA conoce los hechos hace más de una semana. Las instituciones quieren pedir la renuncia de todos los vicepresidentes, secretario y tesorero.

Hoy, el único que estaría en condiciones de asumir la conducción de la DAIA de manera estable sería su ex secretario general, Jorge Knoblovits. Abogado, Knoblovits tiene apoyo de ex presidentes comunitarios y de parte de la comunidad judía del interior. Su actuación en la DAIA coincidió con la vicepresidencia del hoy diputado Waldo Wolff. Wolff fue el primero que ayer pidió la renuncia de toda la cúpula de DAIA, por “desvirtuar su misión”.

No se descarta que a nivel interno se pida además “una revisión de cuentas de esta gestión” que comenzó en 2016, cuando este empresario textilero asumió la presidencia de una dirigencia integrada por judíos ortodoxos.

Según Clarín, muchos ministros de Gabinete y empresarios -varios de la colectividad judía- trataban de esquivar “los comportamientos de Cohen Sabban y sus pedidos recurrentes de dinero bajo argumentos que –aseguran– banalizaban el Holocausto”.

Un dato llamativo es que el presidente de la AMIA, Agustín Zbar, decidió llamarse a silencio y nunca quiso vincularse con Cohen Sabban. Zbar es también un dirigente ortodoxo pero nunca estuvo de acuerdo con la forma de gobernar de esta DAIA. NR